Hugo Laricchia nos explica porqué visitar "Disney para Adultos" puede ser un desafío para los entusiastas.
"Viajar a Mendoza y recorrer bodegas puede ser el plan soñado para un wine lover o para quien busca relax en lo que muchos llaman Disney para adultos. Pero no siempre es tan sencillo: aquí van algunos consejos para que sea realmente el viaje soñado."
Es fundamental organizar con tiempo el tour: seleccionar bodegas, zonas, almuerzos, prestadores y alojamiento. Todas las bodegas requieren reserva previa, ya que las salas tienen cupos limitados. Lo ideal es gestionar reservas al menos 30 días antes.
Mendoza tiene tres grandes zonas de enoturismo: Luján de Cuyo, Maipú y Valle de Uco. No conviene mezclar zonas en el mismo día: se pierde tiempo en traslados y se disfruta menos de las bodegas. Las distancias pueden ser largas incluso dentro de la misma zona.
El plan estándar es 2 degustaciones y 1 almuerzo. Sin embargo, recomendamos reducirlo a 1 visita + 1 almuerzo para tener un día relajado y disfrutar sin apuros.
Mendoza tiene más de mil bodegas, y muchas de las mejores no son las más famosas. No te dejes guiar solo por marketing o premios rimbombantes: lo más auténtico está en la experiencia real y en lo que hay dentro de la botella.
Las bodegas suelen abrir de 10:00 a 17:00. No hay cenas en bodegas. Además, un almuerzo típico termina cerca de las 17:00 con mucho vino, por lo que reservar una cena suele ser innecesario. Lo mejor: caminata ligera y descanso para seguir al día siguiente.
No hace falta ser experto en vinos. Mendoza ofrece diversión, romance o aprendizaje según lo que busques: bodegas con onda para grupos de amigos, intimidad y elegancia para parejas, o etiquetas únicas para verdaderos wine lovers. Sé claro con tus expectativas para elegir bien.
No intentes recorrer bodegas en vehículo propio o alquilado: además de los controles de alcoholemia y las multas, la experiencia se arruina. Las opciones van desde tours regulares en minibús hasta tours privados premium con chofer y guía bilingüe —especialidad de Discovery Wine Mendoza.
No es un plan familiar: los niños se aburren y los padres tampoco disfrutan. Este es un viaje de adultos, pensado para el relax y el vino. Si no pueden dejar a los chicos unos días, esperen: compartir un vino con ellos cuando crezcan será aún más especial.
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